HERMINIA SANTIESTEBAN
La historia del viche en su familia comienza con la bisabuela, pasando a través de la abuela y su madre, hasta llegar a la maestra Herminia. Desde muy joven, ella observaba a su madre durante el proceso de destilación, ayudándola desde la madrugada a moler la caña en el matacuatro y a preparar el jugo que se usaría para la fermentación. Juntas, iban a los cultivos, donde pasaban de un día a otro inmersas en el trabajo, conectadas con la tierra que les daba el sustento.
Cuando Herminia empezó a hacer viche por sí misma, los tanques para la fermentación eran de madera y el proceso estaba lleno de rituales y cuidados. De su madre aprendió la importancia de tapar el guarapo con hojas blancas o negras durante el proceso, el secreto de moverlo con un palo para comprobar por medio de su volumen si estaba en el punto, y a usar su tacto para estar completamente segura de que ya estaba listo: cuando el guarapo dejaba de ser pegajoso, era el momento perfecto para destilar.
La Maestra Herminia mantiene viva la tradición con un fogón pequeño que arma para destilar, siempre atenta a la viveza del fuego, la frescura del agua y la transparencia absoluta del viche. Ella elige no separar la flor, la parte más fuerte del viche, ya que cree que es lo que le da su sabor distintivo.
Viche Cuevita además de ser un elixir del Pacífico colombiano; es un homenaje al pueblo natal de la Maestra Herminia y su familia, un territorio que resiste al olvido, que ella espera volver a pisar y que lleva presente en sus días. En cada gota de viche, se siente la historia de generaciones, el amor por la tradición y el deseo de preservar el legado de su tierra.
Sobre la marca Cuevita
El diseño de marca del Cuevita fue donado por Simón Londoño (Cali) y Randy Mora (Bogotá). A través de la juntanza creativa y las conversaciones con la maestra Herminia, crearon un universo visual cargado de símbolos, texturas y letras orgánicas que cuentan la historia de la maestra y su territorio.
Simón Londoño
Es director de arte y diseñador gráfico, fundó el estudio de diseño SL Studio en 2018. Es director de arte y diseñador gráfico, fundó el estudio de diseño SL Studio en 2018. Desde entonces, se dedica a crear marcas estratégicas con mensajes profundos e identidades fuertes para empresas y proyectos que buscan ofrecer valor e impactar en la sociedad.
Para esta marca, Simón desarrolló el lettering del logo y el diseño tipográfico, inspirado en los rastros y ondulaciones que deja el agua en la arena, evocando la memoria, la resistencia y el lugar de origen de la maestra Herminia: Cuevita.
Randy Mora
Es director de arte y diseñador gráfico, fundó el estudio de diseño SL Studio en 2018. Desde entonces, se dedica a crear marcas estratégicas con mensajes profundos e identidades fuertes para empresas y proyectos que buscan ofrecer valor e impactar en la sociedad.
Para Cuevita, Randy fusionó los recuerdos, los insumos de destilación y el paisaje que rodean a la maestra Herminia, creando un collage en el que las imágenes superpuestas dialogan entre sí, revelando la historia de esta maestra productora que lleva sus raíces cueviteñas con orgullo.
FICHA TÉCNICA
Maestra Vichera: Herminia Santiesteban.
Denominación de Origen: Virudó, Bajo Baudó, Chocó.
Tipo de caña de azúcar: Propro.
Tipo de molienda: Trapiche mecánico.
Tiempo de fermentación: 22 días.
Tipo de destilado: Alambique tradicional.
Tipo de alambique: Aluminio blanco.
Grado de Alcohol: 41%
NOTAS DE CATA
El Viche Cuevita revive en su sabor el espíritu inalterable de los pueblos chocoanos. Es un viche de sabor marcado pero amable y equilibrado para tomar; cristalino, líquido pero contundente, de burbujas pequeñas y apretadas que desaparecen gradualmente.
Olor: Amable para la nariz a pesar de ser concentrado, es dulce y frutal con suaves notas ácidas que invaden suavemente la nariz al final.
Sabor: Un viche con dulzor intenso, fresco pero ahumado con una leve acidez que se complementa con su aroma. Su sabor nos recuerda al manglar, a la combinación del río y el mar, la tierra y la arena.
Cuevita
$ 125.000
Un viche que refleja la búsqueda de perfección en su proceso de destilación. Amable y delicado para tomar; cristalino, líquido pero contundente, de burbujas pequeñas y apretadas que desaparecen gradualmente.